La inclusión y los procesos de duelos ante la discapacidad.

La inclusión y los procesos de duelo ante la discapacidad.

 

El día sábado 05 de marzo del año en curso, acudí a una conferencia llamada “Procesos de duelo ante la discapacidad”, es un tema que ha causado preocupación por los especialistas en la materia.

Se abordaron varios temas entre ellos la inclusión en la escuelas, ¿qué tan importante es que un niño con discapacidad se pueda integrar a una escuela regular?, si bien es cierto, en México se encuentra tipificado en la Constitución Mexicana en sus artículos 1º, y 3º, y en el artículo 41º, de la Ley General de Educación, se establece la inclusión de niños con necesidades educativas especiales a escuelas regulares. Uno de los objetivos principales es que los niños aprendan juntos en la escuela inclusiva cada quien con su estilo y ritmo de aprendizaje, pero con la garantía de una enseñanza de calidad, Sin embargo hay escuelas que no siguen los lineamientos antes establecidos, por lo que es una ardua tarea para los padres el estar en búsqueda de que sus hijos sean aceptados.

Por otra parte, el tema que se menciono fue el duelo familiar ante la discapacidad. ¿Qué tanto está uno preparado para recibir a un hijo con discapacidad?; A la llegada de un nacimiento de un niño con discapacidad, es un shock para los padres y familiares, ya que solo esperan tener un niño “normal”, ya que durante el embarazo se han imaginado expectativas, proyectos, planes, respecto al nuevo integrante de la familia.

El proceso exacto que viven los padres así como las reacciones que tendrán varían de una familia a otra, de un padre a otro, de una madre a otra, ya que influyen factores como la situación económica, la calidad de las relaciones en la estructura familiar, el nivel sociocultural, entre muchas otras, sin embargo, en la gran mayoría de los casos, se detectan ciertas fases de un proceso de duelo que entre más rápido se supere, mejor será la atención que se le brinde a la persona con discapacidad.

El proceso de duelo se maneja en diferentes fases: La negación, en esta etapa los padres pasarán de médico en médico, de centro en centro, buscando que alguien les diga que “su hijo no tiene nada”, que “se va a curar”, recurren a remedios, hierbas, curanderos y cuanto medio tengan a su alcance para lograr tener un “hijo normal”. En esta etapa los papás pueden pasar años, perdiendo tiempo valiosísimo para la atención del niño con discapacidad.

Después, viene la etapa del miedo y frustración donde los padres admiten que tienen un hijo con discapacidad y se preguntan ¿por qué a mí?, ¿tendremos más hijos como éste?, ¿qué va a pensar la gente de mi?, buscan culpables, a veces en la pareja, a veces en ellos mismos, esta fase viene acompañada de una depresión profunda al no saber qué hacer y a dónde acudir. Generalmente, hay padres que nunca dejan de vivir esta etapa, por ello cobra tanta importancia la atención psicológica a la familia.

Posteriormente se encuentra la fase que es la aceptación de la realidad,  donde los padres dejan de pensar en sí mismos, admiten que tienen un miembro con discapacidad en la familia y toman una postura al respecto. En este proceso se puede caer en dos extremos, el primero de ellos, que la madre, quien es quien generalmente se hace cargo del hijo con discapacidad, deje absolutamente todo para enfocarse en la atención de su hijo, olvidando a los demás hijos, a la pareja (si es que todavía permanece con ella), el trabajo, sus intereses, incluso su vida propia, para dedicarse únicamente a lograr la rehabilitación del hijo. Y en el otro extremo, hay padres que dejan a un lado a la persona con discapacidad, concentrándose en los hijos sanos, olvidando que la persona con discapacidad también tiene necesidad de atención y afecto.

Y finalmente, la etapa a la que sería deseable que toda familia llegara es la ACEPTACIÓN DE LA PERSONA CON DISCAPACIDAD, reconociendo todas sus características, limitaciones y oportunidades, tomándola en cuenta dentro de la dinámica familiar y social, no avergonzándose de ella, hablando abiertamente del tema y buscando soluciones.

 

Elaborado por: Psic. María Esther Chávez Díaz

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