EN BUSCA DE LA IGUALDAD UTÓPICA

EN BUSCA DE LA IGUALDAD UTÓPICA

 

 Por Psic. Elizabeth Solorio Cárdenas

 

 

Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”

-Rosa Luxemburgo.

 

Es importante mencionar que desde hace muchos años, la mujer especialmente ha tratado de llegar a la igualdad con el hombre. Pero, ¿esto es realmente posible?

Un dato importante es que tanto hombres tienen características femeninas, como la mujer tiene características masculinas, de no ser así, no soportaríamos estar con una persona del mismo sexo.

 

Tomando en cuenta lo anterior, podríamos decir que ese 50% nos acerca justo a la igualdad que tanto buscamos pero, ¿reaccionamos igual ante una situación?, ¿tenemos la misma capacidad para realizar actividades?, ¿podemos utilizar las mismas herramientas para una situación?

 

Desde el momento de la concepción, somos seres totalmente diferentes en cuanto a funciones, anatomía, tiempo de vida, entre otras más.

 

Con esto no quiero decir que no deba existir “igualdad” entre nosotros, solo trato de enfatizar justo en las diferencias para darnos cuenta que la igualdad como tal, posiblemente no sea alcanzable.

 

Tenemos diferentes formas de pensar, de manejar las situaciones, incluso entre personas del mismo sexo.

 

Nuestras capacidades son diferentes, mas no limitadas. Considero que ahí radica por lo que tanto se ha luchado en cuanto a igualdad de género. Socialmente se ha creado una idea en la que la mujer es débil, que no es capaz de realizar actividades que requieren resistencia y fuerza al por mayor, pero entonces cómo hace al momento del parto, la pérdida de un ser querido.

 

Todos los constructos sociales que afectan la vida diaria tanto de hombres como de mujeres, nos han mantenido al pie del cañón como si fuera una constante lucha entre ambos sexos, manifestándose los conflictos entre parejas, trabajadores e incluso la propia familia.

 

El machismo presentado tanto en hombres como en mujeres, se convierte en algo similar a un virus que mediante la educación se va transmitiendo de generación en generación, creando ideas erróneas o insanas emocionalmente para los hijos, que a futuro reproducirán tal y como lo vivieron con sus padres.

 

 

La ventaja hoy en día es el uso del internet que nos facilita el acceso a información que nos permite ver que no necesariamente las cosas son como las pensamos o nos han hecho creer. La libertad de investigación y de expresión.

Debemos comenzar a tomar consciencia de todo lo aprendido a lo largo de nuestra vida y destacar las cosas sanas para nuestro ser y deshacernos de las cosas que nos dañan continuamente poniendo barreras interminables entre la línea delgada que existe de la felicidad y de la costumbre a lo aprendido.

 

Como adultos, hacernos responsables de nuestras acciones y comenzar a identificar nuestras fortalezas para empoderarlas y dejar de lado la lucha inalcanzable por la igualdad entre ambos sexos.

Mantenernos con la idea de que somos seres diferentes, tal vez con diferentes fortalezas, con los mismos alcances, pero con un desarrollo de las mismas en diferentes cantidades.

 

Debemos querer ser felices!

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