El uso de aparatos electrónicos y su efecto en el desarrollo cognitivo en niños y adolescentes
El uso que tiene de los aparatos electrónicos para cursar un grado escolar era inimaginable hace unos años y hablando principalmente de que ahora TODOS los estudiantes deben ajustarse a esta modalidad. Hace muchos años que nuestra educación puede cursarse en línea, pero AHORA sin excepción todos los estudiantes de todos los niveles educativos se enfrentan el cursar sus estudios exclusivamente por este medio. Esto ha causado un sinfín de dificultades para lograr adaptarse a esta situación; desde el tener un equipo para cada estudiante de casa o bien y si los padres también tienen que hacer trabajo en línea pues se dificulta el asunto.
El doctor en Neurociencia Michel Desmurget advierte de los tiempos que los niños y jóvenes pasan en sus aparatos electrónicos; la media es de casi tres horas al día para niños de dos años, cerca de cinco para niños de ocho años y más de siete horas para adolescentes. Los preadolescentes usan trece veces más la tecnología para divertirse que para fines relacionado con la escuela, los adolescentes, cerca de ocho, aunque esto se ha modificado obviamente en este año por la pandemia.
Varios estudios en niños y adolescentes han demostrado que el tiempo de pantalla (principalmente, televisión y videojuegos) disminuye el cociente intelectual. Esto no es sorprendente. Existe un corpus grande y coherente de datos que documenta su impacto negativo en el desarrollo cognitivo de los niños.
Los principales fundamentos de la inteligencia, lo que nos ayuda a organizar y entender el mundo, se ven afectados. La arquitectura cerebral no se fija al nacer, tiene que ser construida y organizada. Sus características "finales” dependen de la experiencia. Esto significa que el mundo en el que vivimos, los desafíos que enfrentamos, modifican tanto la estructura como el funcionamiento de nuestro cerebro. En respuesta a las vivencias, algunas áreas se vuelven más gruesas, otras más delgadas; algunas conexiones se desarrollan, otras se desvanecen.
¿Y por qué el uso los dispositivos digitales provoca todo eso?
Las causas también están claramente identificadas: disminución en la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y el desarrollo emocional; disminución del tiempo dedicado a otras actividades más enriquecedoras (tareas, música, arte, lectura, etc.); interrupción del sueño, que se acorta cuantitativamente y se degrada cualitativamente; sobreestimulación de la atención, lo que provoca trastornos de concentración, aprendizaje e impulsividad; subestimulación intelectual, que impide que el cerebro despliegue todo su potencial; y un estilo de vida sedentario excesivo que, además del desarrollo corporal, influye en la maduración cerebral.
Y con ello no es dejar de usar la tecnología; ya que en este momento no podemos estudiar más que por este medio, pero lo que si hay que supervisar y hacer algo al respecto es en el consumo y tiempo que tienen en los dispositivos. No es lo mismo pasar tiempo realizando actividades escolares que con un videojuego o sólo en redes sociales.
Y en este sentido no podemos dejar de utilizar los aparatos es obvio, pero si es necesario el regular el tiempo y calidad de los que los niños o jóvenes pueden y tienen que acceder a los dispositivos.
¿Y tú cómo regulas el tiempo que tu hijo(a) pasa con los aparatos electrónicos?
¿Tú lo haces como adulto?
Referencias:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-54554333
https://www.larazon.es/cultura/20201024/6sfny2pr5bembeabt4ywhmxjyq.html
Por: Psic. Jannet Palacios Ochoa
Especialista en psicoterapia a niños, adolescentes y padres
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