LA VIOLENCIA HACIA UNO MISMO
Por: Psic. Elizabeth Solorio Cárdenas
Toda violencia es el resultado de personas engañándose para creer que su dolor es provocado por otra gente, pensando por tanto que merecen ser castigadas.
-Marshall Rosenberg-
Podríamos empezar mencionando el concepto como tal de la violencia, para poder manejar el mismo concepto y no cambiar la percepción tan drásticamente de un individuo a otro. A veces el concepto que tenemos de violencia, no es identificable cuando pensamos en nosotros mismos.
La violencia según la OMS es: “el uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia o es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte”.
Según la Real Academia Española es: “acción violenta o contra el natural modo de proceder”.
Es importante saber y entender, que la violencia no solo puede ser de forma física y no solo se recibe de otras personas, sino también de nosotros mismos.
Existen diferentes formas de violencia o agresión: física, económica, sexual, psicológica, pasiva, entre otras.
Se menciona que no solo se recibe de personas externas ya que en ocasiones nos agredimos de forma inconsciente. Al momento de evitar comer para poder adelgazar y cumplir con un status social, al mirarnos al espejo y pensar que somos feos o gordos o cualquier tipo de crítica destructiva, al pensar que somos menos valiosos que otras personas porque se tienen habilidades o cualidades diferentes, al intentar seguir patrones de conducta de otras personas con el fin de “sentirse mejor” pero después darse cuenta que no funciona y sentirse aún peor y exigirse más de lo que normalmente quisiéramos dar.
Eso y muchas cosas más, aunque no lo parezca, es una forma de agredir nuestra integridad e individualidad. La falta de amor propio y baja autoestima es una de las características más comunes hoy en día.
El permitir que una persona nos falte al respeto y no defender tu ideología o manera de vivir, también es una forma de contribuir a esa agresión hacia nosotros mismos.
Por eso es importante comenzar a hacer consciencia y aprender a amarnos y respetarnos tal y como somos, sin necesidad de generar cambios de personalidad o intentar imitar a otros para conseguir algo que se piensa llenará las expectativas y resulta ser todo lo contrario.
Muchas personas en la terapia mencionan que la pareja por ejemplo los absorbe por completo y en ocasiones no tienen el tiempo necesario para ellos mismos, eso también es una forma de agredirse de forma indirecta.
El hecho de tomarse unos minutos al día para consentirse o darse un respiro y continuar con las actividades cotidianas, el darse una ducha y netamente disfrutar del ritual, el masticar las veces necesarias el bocado y disfrutar los sabores de lo que se consume, escuchar una canción del celular, el transporte público, la calle y disfrutar al máximo, sensibilizar los sentidos y ver a nuestro alrededor lo valiosa que es nuestra vida por el simple hecho de caminar, respirar, sentir, hablar… mirarse al espejo y mencionarse palabras que halaguen totalmente nuestro ser, realizar críticas positivas hacia nosotros mismos, el aceptar los errores y tratar de solucionarlos sin culparse eternamente por el tropiezo, el trabajar en algo que te apasiona, entre muchas cosas más, nos alimentan de forma positiva.
Tomando en consideración que se debe aprender a valorarse tal cual somos, no permitiremos por ende el hecho de que otras personas nos agredan, falten al respeto o atenten contra nuestro ser de ninguna manera.
El sufrimiento no tiene que ser necesariamente parte de tu rutina diaria, al contrario, se sufre un momento tal vez, se levanta la mirada y se sigue el camino para disfrutar las experiencias siguientes de la vida que seguramente serán mejores que las anteriores. Todo depende de ti, del amor que sientas hacia ti, de la facilidad con la que te permitas avanzar en el camino sin ponerte trabas para poder sentir que vives. Hay diferentes formas de faltarnos al respeto. Si bien es cierto que como te ven te tratan, comencemos por vernos seguros de lo que somos y de lo que queremos, seguros de amarnos y respetarnos y justo ese mismo trato obtendremos de los demás hacía nuestra persona.
Haz las pases contigo y no te castigues por tu pasado, hoy es el momento, hoy es lo que importa. Arregla tus conflictos anteriores y disfruta lo que viene.
ÁMATE Y DISFRUTA TU HOY!
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