Necesidades y deseos en los hijos
Como adultos en ocasiones no es sencillo el poder detectar nuestras NECESIDADES, principalmente aquellas que no están tan implícitas o claras en lo que hacemos en el día a día. Algunos DESEOS se pueden confundir con necesidades, por ello es muy importante el poder detectar estas últimas de forma adecuada. El poder perfeccionar el “darse cuenta de lo que ocurre” de forma individual y conocerse dependerá en gran medida la satisfacción de las mismas.
Cuando los adultos se convierten en padres es indispensable el puedan detectar necesidades en sus hijos. Pero ¿Cómo realizar esta función de forma adecuada, continúa y de manera amorosa?
Considero que primordialmente los padres/madres deben tener en cuenta su historia de vida y cómo esta puede influir en el hecho de ejercer el nuevo rol que han decidido llevar a cabo (mamá-papá). Si bien tienen presente que sus vidas van a cambiar cuando ese bebé llegue a casa, creo que el poder estar atentos en sus necesidades como hombre-mujer tendrá repercusiones positivas a corto, mediano y largo plazo para el nuevo rol que les depara, no será una tarea sencilla pero si primordial para toda la familia.
Cualquier ser humano tiene necesidades sin las cuales no podría sobrevivir, como lo son: comer, dormir, tomar agua, descansar y más funciones biológicas. Pero también hay algunas que no obedecen al área física, sino socioemocional que de igual son sumamente transcendentales para un desarrollo sano en el área emocional, de este tipo de necesidades hablaré con detenimiento más adelante. Los deseos no son necesarios para nuestra supervivencia, pueden ser cosas que ansiamos o nos motivan, pero su no satisfacción no pone en riesgo nuestra vida y los padres tienen un desafío importante en este sentido: el detectar cuáles son necesidades o deseos en sus hijos.
Las necesidades que voy a explicar son muy imprescindibles para una adecuada salud emocional ya que son las que le dan una estructura a cualquier niño.
- Decirle al niño(a) cuanto se le quiere: Todos los días debemos decirles a los pequeños/adolescentes lo mucho que les ama, lo mucho que se les extraña cuando se está lejos de ellos y lo orgulloso que se está por cómo son.
- Enseñarles a regular sus emociones. Los padres son los encargados de gestionar y enseñar a los niños a sentir y expresar de una forma asertiva sus emociones antes los eventos que les ocurren. Por ello es fundamental que los padres deban y puedan enseñar esto, de ello dependerá gran parte su salud emocional como adulto.
- Tiempo de calidad y de cantidad: No sólo basta decir que es importante la calidad, la cantidad es de igual forma importante. El poder destinar suficiente tiempo para conocer, estar, convivir con tu hijo(a) será imprescindibles para generar un vínculo fuerte y sano con tu pequeño(a) o adolescente.
- Espacios de seguridad y protección. Es lo que se conoce como el lugar seguro, que para tu hijo(a) tú seas ese espacio de seguridad en donde puede llegar y estar sin importar que haya pasado o hecho. Cuidar a los pequeños cuando sientan miedo, temor, rabia o tristeza es de las funciones primordiales como padres.
- Sintonía emocional. Es imprescindible que se esté en sintonía emocional con los hijos, es decir, que se atienda, demos valor y conectemos con sus emociones, Nunca minimizar lo que ese hijo(a) te está expresando a nivel emocional.
- Responsividad. Es la capacidad específica para completar las funciones y tareas del rol de padre/madre y obviamente primero debes conectar con tu hijo para poder saber qué necesita de ti en cada momento o situación que se presenta. La madre o padre que es responsivo es aquel que da al menor aquello que realmente necesita, no lo quiere (deseo) sino lo que realmente necesita (necesidades).
- Asumir el rol que corresponde como padres: En este aspecto me gustaría mencionar una frase que he escuchado innumerablemente “Yo quiero ser amigo de mi hijo(a)”. Tú no puedes ni debes ser amigo de tu hijo, ya que no tienes ese rol, el rol que TU ELEGISTE es de ser padre o madre no amigo, para ello tienes personas cercanas de tu edad, mayores o menores, pero tus hijos no son tus amigos. El no tener claro este aspecto trae consecuencias donde los niños no tienen una figura o persona que los guíe y muestre que es lo que deben realizar.
- Establecer reglas claras. Una de las responsabilidades que se tiene al ser padre/madre es brindar normas y límites a los hijos. Son las que brindan estructura, seguridad y guía a los pequeños. Los hijos necesitan saber hasta dónde pueden llegar yeso aunque a veces parezca que no les agrada les brinda seguridad. Cuando se implementan límites y se les explica, se les dice “te quiero”, “me preocupas por ello este es el límite”.
- Respetar, aceptar y valorar. Cuando respetas a tu hijo, cuando lo aceptas como son y los valoramos positivamente, los estamos mirando incondicionalmente. Sin importar que no cumplan con tu “visión” o “deseo” de cómo debe ser un hijo. Tu hijo(a) debe saber que sin importar lo que haga o deje de hacer (resultados académicos, comportamiento o actitud) lo amarás y protegerás siempre.
- Estimulación suficiente y adecuada. Hace un tiempo se puso de moda el explotar las habilidades y capacidades en los niños, sin embargo a varios años de esto, se pudo observar lo que la exigencia y poco respecto hacia las pautas e hitos de crecimiento pueden causar en los pequeños. Fueron algunos niños lo que desafortunadamente vivieron la exigencia y apresurar algunas funciones o habilidades que aún no eran necesarias debido a su edad o etapa de desarrollo. Es necesario respetar todas las áreas no sólo la estimulación cognitiva.
- Favorecer su autonomía. La primera función del apego seguro es la protección y la segunda es la autonomía. Favorecer que el niño o joven pueda decidir ciertos aspectos brindará seguridad de explorar su mundo sin temor que le ocurra algo, siempre cuidando los límites y reglas así como tomando en cuenta su edad y habilidades. El regular estos aspecto brindará esta seguridad que más adelante será imprescindible para “salir al mundo” sin los padres.
- Sentido de pertenencia. Sentirnos y saber que somos parte de un grupo es muy importante para cualquier ser humano. Es muy significativo que los niños pertenezcan, como mínimo a un grupo, ya sea escolar, cerca de casa, de alguna actividad. Esto brinda seguridad y acompañamiento y son niños que tienen más facilidades para desenvolverse más adelante en diversas áreas o espacios.
- Generar la reflexión los pequeños. Ser reflexivo nos orilla a pensar cómo estamos haciendo las cosas (cualquiera que sea) el cómo nos sentimos, como legamos a ciertos resultados, así como los progresos que tenemos. Considero que esta habilidad es muy necesaria sin importar la edad que se tenga.
- Identidad: Con el paso del tiempo debemos favorecer en los niños la identidad propia que nos diferencia del resto de personas. Cuando llegan a la etapa de adolescencia será súper necesario continuar con este proceso en todas las áreas que involucra la misma. El respetar desde la infancia hasta la edad adulta la identidad de los hijos genera seguridad y un amor propio en ellos.
Todas estas necesidades son imprescindibles para asegurar la salud emocional en los pequeños y en los adolescentes, posteriormente traerá consigo en la vida adulta una estabilidad en las diversas áreas para establecer vínculos como para desarrollarse también a nivel individual.
Te invito que reflexiones ¿Qué necesidades de las descritas aquí estas cubriendo en tus hijos?
¿Qué puedes mejorar en ello?
Referencia:
Por: Psic. Jannet Palacios Ochoa
Especialista en Psicoterapia
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